Dióxido de Cloro y el Cáncer
Dióxido de cloro como posible complemento del tratamiento metabólico
Casos publicados en el prestigioso “Journal of Cancer Treatment and Diagnosis” por el oncólogo Dr. Laurent Schwartz, M.D. ENLACE
Introducción del Ensayo:
“Un primer paciente con adenocarcinoma metastásico del páncreas ha decidido, por su cuenta, rechazar la quimioterapia pero tratarse con ácido lipoico, hidroxicítrico combinado con la ingestión oral de dióxido de cloro. Sus análisis de sangre y sus exámenes radiológicos se han normalizado prácticamente y la enfermedad se mantiene estable a los 18 meses. Otro paciente con cáncer de próstata metastásico resistente a las hormonas ha experimentado una fuerte caída en el nivel de PSA, así como una mejora en su estado de salud.”
Patente Chino para usar el Dióxido de Cloro como cura para el cáncer
Xuewu Liu
Investigadores Chinos han patentado un tratamiento con el Dióxido de Cloro y el cáncer para propiciar una “Apoptosis Celular” o muerte programada de células tumorales. En sus investigaciones, la ingesta de Dióxido de Cloro provoca que el cuerpo se vuelva mas alcalino, provocando dicha apoptosis y haciendo que desaparezca el tumor. (Ver “Efecto Warburg” en Bibliografía) ENLACE A LA PATENTE.
Investigaciones sobre numerosas enfermedades (SIDA, Neumonía, Cáncer etc.)
Antonio Romo Paz, químico, máster en Nutrición, académico e investigador de la Universidad Sonora de México estudia también desde hace 4 años los efectos del MMS y asegura que puede ser utilizado para tratar enfermedades como la malaria, el dengue, la tuberculosis, las hepatitis A, B y C, el SIDA, la influenza, la neumonía y el cáncer.
“El dióxido de cloro en las cantidades recomendadas –afirma en una entrevista que el lector puede leer íntegramente http://www.narom.org/Antonio%20Romo%20Paz.html Es un reforzador del sistema inmune muy potente. También actúa afectando el metabolismo de los microorganismos y otros patógenos provocando la muerte de éstos por inanición sin dejar información genética; y debido a esto no genera resistencia.
El dióxido de cloro se utiliza en muchas ciudades de Estados Unidos y Europa para purificar el agua que consumen sus habitantes. En cuanto a la seguridad del tratamiento a las cantidades recomendadas se ingiere solamente una parte por millón de dióxido de cloro (ppm), cantidad similar a la empleada en los sistemas de agua de las ciudades y solamente por varios días se sube esa cantidad.
Y en 10 años de estarse usando esas cantidades no se ha reportado ningún efecto secundario. Solamente hay reacción al producto cuando se emplea en personas que anteriormente fueron tratadas con diferentes medicamentos por largos periodos pero en tales casos se disminuye la dosis. Las reacciones que se observan son náuseas, vómitos y a veces diarrea pero al bajar la dosis ya no se vuelven a presentar. Y no en todas las personas se observan esas reacciones”. …….
……………Otro caso documentado es el de una persona de 50 años de edad con cáncer prostático y metástasis (diseminado). Sus análisis clínicos mostraban un antígeno prostático de 847 -factor que nos indica la gravedad de la enfermedad- y al segundo día de tratamiento -esa persona estaba postrada- ya se había levantado y tenía mejor humor.
A los 3 meses de tratamiento su antígeno prostático había disminuido drásticamente y en la actualidad, a 6 meses del diagnóstico, tiene un antígeno prostático de 7 que aunque aún no es normal del todo se considera satisfactorio porque lleva una tendencia a la baja; lo ideal es que esté por debajo de 4. Esa persona hace hoy vida normal y se encuentra trabajando y en excelente estado de salud. Y del cáncer prostático ya ni se acuerda; eso quedó atrás“.
Curación de una necrosis de mandíbula con Dióxido de Cloro
Soolari, Soolari A.
Cierre de una herida abierta asociada con osteonecrosis relacionada con bifosfonatos de la mandíbula en un paciente con cáncer de mama.
MATERIAL Y MÉTODOS: El paciente presentó dolor de una lesión no cicatrizante en el maxilar posterior posterior a la extracción del tercer molar superior derecho. La lesión no había respondido a ningún tratamiento dental convencional. La paciente había sufrido de cáncer de mama, y su tratamiento incluyó varios años de terapia con Zometa (ácido zoledrónico), un bisfosfonato.
El paciente dejó de tomar Zometa y comenzó a enjuagar con enjuague bucal con 0,1% de dióxido de cloro estabilizado con tampón fosfato. Después de 5 meses, se observaron cambios en la morfología de la lesión y el tejido blando se cerró sobre la herida abierta.
CONCLUSIÓN:
La cesación de la terapia con bifosfonatos y el uso de un enjuague bucal estabilizado con tampón de fosfato 0,1% con dióxido de cloro disminuyeron el dolor del paciente y dieron como resultado el cierre de la lesión de los tejidos blandos.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22135700